Lo único que sé hacer

Ayer no publiqué nada porque fue un día diferente, de malas noticias y buenas acciones, de poco tiempo y de tiempo nuevo, de extrañas vibraciones y sentimientos a flor de piel. Un día gris de cielo azul, uno de esos días que parece que no olvidarás jamás, donde hasta la lluvia deja de comportarse como tú sabes que se comporta la lluvia y en el que tú mismo ya no te reconoces cuando te piensas. Esos días solo sirven para olvidarlos aunque no puedas, para recordarlos aunque no debas y para prohibirlos aunque no quieras.

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