«Crackn»

La realidad se distorsiona. Los sentidos no son capaces de transmitir fielmente lo que perciben y parece que algo falla, como si hiciera «crack», pero no como si se rompiese una rama de madera seca sino, más bien, como si se quebrase una barra de hierro, con ciertos matices metálicos que hacen aún más confuso y estresante saber dónde está el problema, una especie de «crackn». Hoy en día, con tanta tecnología por todas partes, parece que los problemas mecánicos nos importan menos que los tecnológicos. Si se rompe la carcasa no importa, pero si se rompe algo por dentro del aparato nos volvemos medio locos.

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