Un tema delicado

No sé porqué hoy me he levantado con ganas de tocar un tema delicado. Bueno, sí lo se. Es por el comentario de uno de vosotros en el post de ayer, en el que me decía que mi blog era estupendo y que a él el único que le había ayudado, su único amigo de verdad en los momentos difíciles había sido Dios.  Y yo me dije, «a ver… mantén la calma y no rompas nada. Tranquilo que no es para tanto. Un par de tandas de seiscientas respiraciones y te sentirás mejor. Mañana será otro día».

Y lo fue. Por suerte para todos hoy ha resultado ser otro día completamente diferente al de ayer, así que recién levantado y tomando el café a pequeños sorbitos, me pongo a reflexionar.

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