sentirme escuchado

Desde que se confirmó que estoy enfermo tengo sueños mucho más reales. Sigo sin poder recordarlos con claridad, pero soy plenamente consciente de que he soñado y además sé que en el sueño aparecía yo sin cáncer. Supongo que será lo normal ¿no? Como ese anuncio de lotería que dice que «no tenemos sueños baratos». El caso es que me encantan mis sueños de ahora, pero son una espantosa desilusión al amanecer. Como siempre, moviéndome entre dos polos opuestos.

Muchas noches me despierto de golpe, empapado en sudor y sin saber muy bien dónde estoy. Eso antes no me pasaba, lo había leído en las novelas o lo había visto en alguna película, pero nunca me había sucedido a mí. Hasta ahora. Imagino que tendrá que ver todo con lo mismo. Algo tan potente como un tumor maligno debe afectar a todas las áreas de la persona, tanto en el plano físico como mental. De la misma manera que noto dolores extraños o un tipo de náuseas que no conocía, o que de repente en el ojo derecho me salen muchas más legañas que en el izquierdo, también es normal que sueñe cosas diferentes y que me despierte desorientado en plena noche.

Al final todo me lleva al mismo lugar: a vivir. Si me pongo a pensar en lo mierda que es mi vida y lo injusto que ha sido que me toque a mí esta enfermedad, no viviría bien ni un sólo segundo. Si de algo me he dado cuenta es de que el tiempo realmente se va. Y lo percibo con una claridad diferente a como lo percibía antes de estar enfermo. Ahora lo veo como más obvio, más cercano, más real y tangible: el tiempo se va. Literalmente es así. Hablo mucho de ello, lo sé, pero no lo puedo evitar. Ojalá que le sirva a alguien.

Me llegaron noticias de una mamá que, conmovida por uno de mis post en los que hablo precisamente de esto, de la fugacidad de la vida y de que no hay segundas oportunidades, se empezó a replantear su relación con sus hijos pequeños hasta el punto de que ellos la miran extrañados cuando notan que no les grita en momentos que solía hacerlo o no les castiga cuando ellos esperarían que sí lo hiciese. Esta mamá se contiene, pensando que si ahora se enfada demasiado, estará desperdiciando una ocasión para estar bien con los peques. Cuánto me alegro. Desde aquí le mando un beso enorme a esa mamá y a cada uno de sus tres peques porque cosas así son exactamente lo que necesito.

Empiezo a estar obsesionado con sacar cosas positivas de este calvario. Ya que no tengo más remedio que sufrir día tras día, si somos capaces de encontrar un lado bueno en todo esto, habremos ganado la batalla. No necesito que me den ánimos, ni que me deseen lo mejor, ni que me digan que tenga paciencia y me manden energía y fuerza. Lo que de verdad me ayuda es sentirme escuchado y que algo cambie. Sacar algo positivo, lo que sea, por mínimo que parezca. Ese es el mayor consuelo para mí y la mejor ayuda que me pueden prestar. Lo demás es solamente palabrería inútil.

16 comentarios en “sentirme escuchado

  1. Nunca me ha gustado la expresión de ganar una batalla cuando se hablar del cáncer, pues no es una batalla es una putada. Una batalla la escoge uno y decide si lucharla o no, el cáncer no. Pero si le puedes sacar todo lo positivo que sea: Olé.

    Le gusta a 1 persona

      1. Sabes, cuando le toca a uno puede enfrentarlo, mejor o peor pero sigues adelante, pero cuando le toca a alguien cercano a quien quieres es jodido porque sabes a que se enfrenta y no puedes batallar por ella, solo estar ahí.

        Le gusta a 1 persona

  2. Mientras pueda, te seguiré escuchando, sé la importancia de ello. Pero entre otras cosas, porque me gusta como escribes, cómo sientes, y cómo fotografías.

    Hoy me has hecho -lo haces muchos días, lo reconozco- pensar una persona muy querida para mi que ha pasado por una enfermedad como la tuya. Y el recuerdo especial de hoy se refiere al sueño que mencionas.
    En mi poemario hay unos veros que aluden a ello:

    «Y todo por un sueño
    por un sueño infeliz que le hizo creer terminada su enfermedad.
    Y todo por una realidad
    por una cruel realidad que se encargó,
    con el despertar,
    de confesarle que todo seguía igual»…

    Sigue con esa voluntad que estás demostrando, te ayudará a vivir mejor.
    Un abrazo.

    Le gusta a 2 personas

  3. El tiempo se va, y no vivimos con esa conciencia. Desde los caminos espirituales más remotos se ha hecho hincapié en lo que has escrito: el tiempo se va. De ahí que se aconseja estar presente y estar disponible en ese presente, no desperdiciar el instante en cosas sin sentido. Bebe vino, dijo Osmar Khayyam, y vive este instante, porque este instante es tu vida. Claro que es positivo lo que has transmitido, es una verdad esencial a la que no estamos atentos.

    Un saludo afectuoso y agradecido desde Argentina.

    Le gusta a 1 persona

  4. Conozco tu enfermedad y cómo estás a través de Ale. Ella es amiga mía. Digo amiga en sentido literal porqué ha estado a mi lado cuando más lo necesitaba. Yo también he pasado por la experiencia o putada, mejor dicho, de que alguién a quién quierea muchísimo tenga cáncer. Y te sientes siempre como que quieres hacer más para sanarles. Todo parece poco ante esta enfermedad horrible e injusta. La he vivido ya con demasiadas personas que quiero y te puedo decir que las ganas de vivir pueden vencer a esta mierda de enfermedad o por lo menos aprendes a vivir con ella. Mi experiencia con ellos tiene diversos resultados… Me quedo con lo positivo y es que aprendes lo fuertes que somos y sobretodo conoces más a fondo a personas maravillosas como por ejemplo tu hermana Alejandra. No se lo he dicho pero la quiero mucho por todos los abrazos y palabras bonitas q me ha regalado cuando más los necesitaba. Soy vuestra admiradora.

    Le gusta a 1 persona

  5. Creo que el sentido de comunidad que se va armando es uno de los muchos poderes de estas plataformas en donde podemos expresarnos libre y gratuitamente. Porque escribís algo, colgás fotos significativas y el que te lee se queda con eso y con las sensaciones, algunos sólo mientras lo leen y otros puede que se queden con eso dándole vueltas por la cabeza un buen rato. Ese mensaje perdura y a veces transforma.

    Yo te leo en positivo y te escucho, también, de alguna forma y eso me ayuda porque estoy tratando de rodearme de personas así (aunque no nos conozcamos físicamente, también aplica a las personas que leo porque creo que se genera una conexión)

    Te mando un beso!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario